Cómo trabajamos
Sabemos que no se construye un futuro mejor solo con conocimiento académico. Por eso, ponemos la felicidad en el centro del proceso de aprendizaje. Para Kuará, educar para la felicidad es ayudar a nuestros niños a desarrollar autoconfianza y habilidades emocionales para construir relaciones equilibradas y saber cómo enfrentar los desafíos de la vida en sociedad.
Con este propósito guiándonos, en el día a día trabajamos con cuatro pilares que consideramos fundamentales para una educación innovadora y transformadora:

Educación emocional
Una buena salud mental es esencial para aprender. En Kuará, la educación emocional no es una disciplina, sino una forma de relacionarnos con los niños en todo lo que hacemos. Educar emocionalmente a un niño requiere comprender sus necesidades y capacidades, saber escucharlo y enseñarle a reconocer, nombrar y expresar sus emociones. Esto fortalece la inteligencia emocional, la autoconfianza y desarrolla habilidades para tomar decisiones y resolver conflictos.
Autoaprendizaje práctico
Una buena salud mental es esencial para aprender. En Kuará, la educación emocional no es una disciplina, sino una forma de relacionarnos con los niños en todo lo que hacemos. Educar emocionalmente a un niño requiere comprender sus necesidades y capacidades, saber escucharlo y enseñarle a reconocer, nombrar y expresar sus emociones. Esto fortalece la inteligencia emocional, la autoconfianza y desarrolla habilidades para tomar decisiones y resolver conflictos.



Juego libre
Una buena salud mental es esencial para aprender. En Kuará, la educación emocional no es una disciplina, sino una forma de relacionarnos con los niños en todo lo que hacemos. Educar emocionalmente a un niño requiere comprender sus necesidades y capacidades, saber escucharlo y enseñarle a reconocer, nombrar y expresar sus emociones. Esto fortalece la inteligencia emocional, la autoconfianza y desarrolla habilidades para tomar decisiones y resolver conflictos.
Contacto con la naturaleza
Una buena salud mental es esencial para aprender. En Kuará, la educación emocional no es una disciplina, sino una forma de relacionarnos con los niños en todo lo que hacemos. Educar emocionalmente a un niño requiere comprender sus necesidades y capacidades, saber escucharlo y enseñarle a reconocer, nombrar y expresar sus emociones. Esto fortalece la inteligencia emocional, la autoconfianza y desarrolla habilidades para tomar decisiones y resolver conflictos.


Quiénes nos inspiran
Reconocemos y agradecemos aquí a algunas (de las muchas) pedagogías, escuelas, educadores y bases teóricas que nos inspiran:















